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Objetivo: Remontar.

Estás en la cancha, no te está gustando nada tu actuación. Llegas tarde a todos los pases, no te sale ninguna entrada a canasta, ningún tiro entra, pierdes casi todos los balones.. Nada te sale bien. Quieres sentarte en el banquillo, sientes que estás entorpeciendo a tu equipo, pero no lo haces porque a la vez quieres demostrar que puedes con toda dificultad, que conseguirás la victoria. Actualmente me siento así, perdido, confundido, nada sale como esperaba, se complica todo, pero aunque sepa que lo más fácil es tirar la toalla, rendirse, no lo hago, me van los retos y sé que puedo con ellos, voy a remontar este partido por muy en contra que lo tenga.

Decepcionado, aturdido.

¿Sabes la sensación de estar decepcionado contigo mismo? Es exactamente lo que siento yo ahora, ver como he cambiado, me he transformado en algo odioso para mi. Prometerme cosas todos los días, y no cumplir ni una, eso me produce una sensación de decepción y aturdición que no puedo con ella. Impotencia y rabia es lo que siento cuando intento cambiarlo, volver a ser de antes y no lo consigo. Estoy en una continua caída libre sin fondo. Que alguien me enseñe a volar para poder salir de esta pesadilla. 

Tiempos de guerra.

Un día de repente, sin comerlo ni beberlo, se proclama guerra. Eso debería significar algo malo, pero a la vez es algo bueno, te das cuenta de quién estará hasta el final contigo. Día a día estás con mucha gente, te relacionas con diferentes personas, muchas de ellas se suponen que son tus amigos. Pero a la hora de la verdad, cuando se proclama esa guerra, todo ese "ejército" de amigos que deberías tener a tu lado, para ganar esa guerra, salir adelante, desaparece. Te quedas con tus cuatro o cinco amigos: serán pocos pero son los auténticos, los que sabes que te cubren las espaldas a muerte y te puedes fiar de ellos 100%, que te puedes dar la vuelta sin que te apuñalen por un par de monedas, que no te traicionaran NUNCA. Por eso, es algo malo pero que te ayuda a abrir los ojos, de vez en cuando es necesario un poco de guerra, para después saber con quién disfrutar la paz.

Esa persona.

El otro día andando por la calle me dí cuenta de una cosa, vi a dos pobres, uno apoyado sobre el otro, ayudandose mutuamente para andar; me di cuenta que por muy poco que tengas con tener a una sola persona que te ayude en todo, que esté siempre ahí, tanto en lo bueno como en lo malo, podrás seguir adelante y serás de lo más rico en este mundo, sin tener nada material. Lo difícil es encontrar a esa persona. 

Esa sensación.

¿Quieres saber lo que siento? Déjame explicarlo con un ejemplo, pongamos el skateboard, sí, el skateboard, al principio tienes miedo de empezar, miedo a caerte, a hacerte daño, aunque cuando empiezas a practicarlo, te sientes de una forma única, libre, lo pasas mejor que nunca,pero llega un momento en el que te caes, empiezas a dudar, y te preguntas ¿Me arriesgo a seguir, a volverme a dar la torta o tiro la toalla?, estás en un punto muerto, finalmente decides seguir, que merece la pena intentarlo, porque no puedes conseguir mejor sensación que ir en tu skate, y sí, sé que me caére mil veces más, pero rendirse es de cobardes y lucho por lo que merece la pena. Eso es lo que siento al estar contigo, esa sensación.